Este año fue único, tantas cosas han pasado y tantas otras que creo no recordar, viaje por lugares que no había imaginado, di la mano, salude a un nuevo amigo, me despedí de otros. Dije cosas de las que me arrepiento, y calle cosas que debí haber mencionado, pero esto es normal, siempre hay partes débiles y flojas en una cuerda por más dura que esta parezca ser.
Este año escribí más y hable menos, reí más y llore menos, seque tantas lágrimas como las que pude sacar.
Entendí tantas cosas y olvides algunas otras, este año los proyectos arrancaron mi tiempo, las caminatas sin rumbo fueron hermosas y los viajes de dos días, aquellos que se convertían en semanas se volvieron más continuos.
Comprendí que hay tantas cosas más por hacer y otras por dejar a donde pertenecen, al pasado. Dejar mochilas para hacer el viaje más ligero, pues de seguro otras cargas vendrán y se asomarán en el mañana incierto.
Gane mas amigos de los que pensé, amigos de negocios y de llamadas recurrentes, de vocaciones y de noches bohémicas entre un piano, un saxo o una guitarra. Amigos de letras, de historias, de ficciones y de ciencias,
Desconocidos que ahora son parte de mis días y los recuerdos en mis noches, a los que llamo socios, amigos, compañeros, o hermanos.
Algunos vestían traje y hablaban tan bien, otros de ropa deportiva y de historias impresionantes, algunos de diferentes lugares y diferentes dejos.
Los mas locos venían con una maleta cargada de sueños, unos como vendedores de sueños y buscando comprar su propio sueño, otro como paladín de libros, algunos de uniformes blancos y con metas tan grandes como el tramo de los viajes de José Olaya y la hidalguía de Miguel Grau.
Algunos sin conocer lugares, pero conociendo sus afanes, y deseos y esto vuelve más claro su norte que cualquier brújula que se use en altamar.
Otros con las espinas y la cuchilla entre los dientes, siempre sin caer en trampas y preguntando lo que conoce y preguntando mas por lo que no conoce.
Tantas son las personas que este año marcaron mi paso y lo seguirán marcando.
Conocí y reencontré a gente que pensaba haber perdido, escribí como loco y como un loco viaje a contar historias que pasaron a kilómetros de donde las escribí, a otros mas de donde los viví, y muchos más de donde describir su principio y un final, sin final.
Reconecte lazos con una camarada, una persona que ya no se hace cuantos navidades y años nuevos exactos llego, pero llegó sin saber cómo, pero está segura de quedarse y eso ultimo es lo que verdaderamente importa.
Una poesía sublime, para una persona sublime me endulzo muchas noches, como de costumbre la vi tan poco, pero es en pocas horas que con su calma, su mente clara y sus ojos dulces y curiosos te pueden conquistar. Pueden hacerte sentir cerca a un solemne juramento como marinero, esperando con ansias desembarcar y tocar puerto, así espero con ansias tocar puerto, sabiendo que ese puerto del que hablo, eres tú.
Conocí dos ojos claros, y un ceño que solo veía en el espejo, una voz y una firmeza frente a una batería, que decían mamá, que decían papá. Dos ojos claros que aclararon el norte de un futuro incierto y desquebrajado, un futuro donde su sonrisa era él arcoíris de la mente su color, y su voz, un horizonte lleno de ilusiones y esperanzas.
Dos ojos claros que entre sus manos y su memoria, unirán mi memoria a un recuerdo que será eterno, que será imborrable. Ese es el recuerdo de esos dos ojos claros, de un personaje que llevaba más de una sangre, y más de una tierra en su firmamento y sobre todo en su historia.
Unos dos ojos claros que llevaban como patria el mundo, y que hicieron de su mundo mi patria, dos ojos claros que enamoraron mis ojos, hasta llevarlos a su vida, hasta llevarlos por el pantano de la muerte y el paraíso de la eternidad.
Esos dos ojos claros que pudieron cambiar una vida, y tocado almas que nunca conoció, enseñando cosas de las que uno no se encontraba preparado, y encontrando momentos como si fuesen preparados donde a uno le estaban enseñando, lo estaban soñando, lo estaban amando.
Conocí una madre, en la cuna de la tierra que afirmo el grito de libertad en América, y entre sus brazos hace ya casi doscientos años se lucho con armas y acero, hoy en esa misma tierra se lucha con empuje y valor. Pero sobre todo hoy en esa misma tierra se ama con valor y sin temor, gracias por eso.
Este año tres historias inmensas se escurrieron de mi memoria y dejaron que entre versos y canciones, entre esperanzas y poemas, se conviertan en obras, que hoy mi alma palpita cuando se dejan escribir y enamora cuando se dejan liberar, para lo que fueron, volar en la mente de aquellas memorias que tallaran su paso en el alma y los recuerdos.
Sin notarlo este año me enamore de mucho, de una batería y de una persona que lo tocaba, pero este amor fue distinto, como el de quien respeta, admira y honra a alguien por su bravura. Porque así los leones lleguen cada noche a tus sueños, en ese vacío hueco donde te mantenías, nada te hacia retroceder, te llevaste bien ese titulo de mamá, con honores para ser más honestos.
Y lo lavaste con tus magia, entre tus ojos y tu voz se quedara tallado el recuerdo de quien fue la persona que cambio para siempre mi historia, y ahora mis sueños. El ángel que se convirtió en mujer para sonreírme y cantarme, la mujer que se convirtió en ángel para cuidarme y guiarme.
Gracias por el regalo que me diste, sin haberme preparado, y por haberme preparado todo lo que me diste, desde un fruto y un regalo, desde un abrazo hasta un silencio vivo.
Este año conocí a una persona que me conquisto en dos noches, que enmarco su sonrisa, y pulió sus ojos. Que entre rótulos, pomitos y formulas escribía y describía la vida como nadie. Conocí a una persona que sabía amar cuando la vi, sabia mantener, recordar y no sabía olvidar, o por lo menos eso intentaba. Me enseño lo que es un desliz, y la parte fría de la verdad, desplantes, rechazos y miedos. Pero sobre todo me enseño a recobrar la paciencia, a valorar la distancia, y apreciar el momento.
Me enseño a arrepentirme, y también a esconderme entre las estrellas, a sentirme opacado por la luna, y a perderme entre mis palabras y ahogarme entre mis versos.
Este año, fuiste mi cable a tierra, mi fuerza y mi realidad, mi ficción y mi sueño, mi café sin azúcar. Oh tal vez simplemente la fórmula perfecta de lo que significa, volver a aprender lo que es, ilusionarte, enamorarte, amar, perdonar, olvidar, recordar, escribir por alguien, o por alguien dejar de hacerlo. Desde ese momento amo más las sonrisas, y valoro más las lágrimas.
Este año, me intimide mas con un sombrero, o el usarlo, y aprendí que detrás de un salón, unas citas agrias y un peluca, puede haber una historia de esperanza o una rosa marchita. Una victoria o un fracaso, un dolor con esperanza y esmero, o un dolor de agonía sin peros.
Esta locura que le toca a uno vivir, y describirla entre un realismo, o una magia, o como decía el grande de los grandes, esconderte y exhibirte en una fantasía, en un realismo mágico.
Este año es mucho lo que pude vivir, pero más lo que pude sentir, pues son las sensaciones hechas actos las que se viven y las que se reprimen en la soledad, las que te matan. Son los abrazos que se dan los que te alegran la vida y los te quiero que nunca se dicen los que te mortifican el camino. Pero no siempre mas es suma y menos es restar, pues siempre se suma y siempre se gana. Es solo la percepción con la que mires el mundo, pero sobre todo el tuyo.
Son las ofensas que no dije las que me suman, y las acciones que hice solo para cumplir y no por pasión las que me restan.
Este año comenzó antes de notarlo y termina de la misma manera.
Si estás leyendo esto, no te detengas en lo que hagas, la gente que logra lo que quiere no es la que nunca se detiene, si no la que nota su retraso y se alista para arremeter con todo. Es la tenacidad y perseverancia la clave del triunfo y el entusiasmo en el camino la clave del éxito.
Pero son solos tus motivos los propulsores que moverán el vehículo que uses, seas carpintero, pintor, actor, futbolista, científico, o astronauta.
Este año reafirme que el combustible del ser humano es el amor, que solo puedo llegar rápido pero en equipo se puede llegar más lejos.
Este año aprendí que hay historias para ser cantada, y otras para ser contadas, que sin educación somos como Carne para Leones, que solo con Educación con Libertad viviremos bien.
Aprendí que los Padres no deben enterrar a los hijos, que todo ser humano tiene un diario hasta un poeta, que hay Encuentros Casuales, que pase lo que pase la Esperanza es lo que nunca morirá, que uno siempre un Hombre siempre puede tener Discursos Legendarios, que un Corresponsal también puede llevar Amor, pero sobre todo este año aprendí a que aun me falta más por escribir, por hablar, por callar, por caer, por levantarme, por amar, por olvidar, por recordar, por soñar, por aprender, este año aprendí a amar para soñar, y soñar para amar.
Este año aprendí mucho pero sobre todo a entender los procesos, a vivir y morir por un equipo, a que mas de dos almas pueden tener el mismo sueño. Este año aprendí que solo siempre podría rápido a lo que quería, pero que en equipo se que llegaré lejos.
Sueña, Construye y Vive.
Todo es Duplicable
Diego Arias