Jamás te des por Vencido

Jamás te des por vencido así el viento sople en contra y la noche que se asoma, sea la mas oscura de todas las noches. Jamás te des por vencido a si el silencio te ahogue o el camino se haga duro y perdido. Jamás te des por vencido a si las rosas no florezcan, ya no exista mas fragancia o sol de primavera, o las aves no canten.
Jamás te des por vencido, así la vida sea vana, corta y errada, así la vida sea un verdadero fastidio, un camino ancho y ajeno,a lo que anhelabas.
Jamás te des por vencido así el mundo ría y tu llores, así el mundo grite y tu calles.
Jamás te des por vencido, así el invierno de polo a polo sea una noche sin mañana, o un día sin sentido, así no aparezca más gente verdadera o la vida te rodee de cínicos.
Jamás te des por vencido así el renunciar sea la última opción, y la muerte la penúltima, pues el fracaso siempre se viste de segundo o a veces de primero.
Jamás te des por vencido así el amor ya no exista para tus ojos, así se llene de abrojos tus plantas y tus pies de llagas. Jamás te des por vencido así tu vista lo único que encuentre es el piso y sobre tus espaldas, solo caiga el frio del viento del cielo.
Jamás te des por vencido, porque al darte por vencido, serás como aquella estrella fugaz que en su paso bello nadie noto. O como la rosa blanca que nadie observo.
Si te rindes serás como la mariposa que al salir de su capullo muere, o como el sol del desierto que en vez de dar esperanza, desquiera el alma.
Continua así la razón te diga deja la marcha, así se te haga angosto el camino o la vida ancha. Continúa como caballero de antaño que con hidalguía, sostenía su mayor espada su virtud, y mantenía su mayor tesoro, un sueño.
Continua mi valiente compañero, porque son los que no desisten los que crean puentes donde hay fronteras, los que matan diferencias y levantan banderas, los que conquistan tierras con amor. Los que enamoran en las tierras que conquistan.
Edifica mi noble compañero, y digo compañero tanto al hombre como a una bella dama, ambos compañeros de un mundo sin género y sin altillos. Un mundo donde no hay hombres y mujeres, hay humanos.
Jamás te des por vencido, mi noble soñador, se un guerrero, un caudillo revolucionario en la vida, se la luz para otros con el ejemplo, y tu estrella que sea tu sueño. Avancemos juntos como seres vivos respirando, pero también viviendo, comiendo pero también alimentando, durmiendo pero también soñando.
Respiremos juntos, en abundancia, en fuerza, en unión y en hermandad, en luz, respetando a los seres que no hablan pero si miran, amando a los que no opinan pero si sienten. Amando a todo aquel que camine por esto senderos.
Por eso jamás te des por vencido, fracasa cuantas veces quieres que sean necesarias, pero nunca sucumbas y te dejes envolver en la mediocridad de una mente fracasada.
Pues tú ya sabes que hay diferencia entre el fracaso y el fracasado. El fracaso es la naturalidad de padecer, de caerte y la hidalguía de volver a levantarte.
El fracasado, por lo contrario es la medianía, de un camino sin huella, de una mente sin anhelos, de un alma sin vida. Pues el fracasado es el destinado, y mediocre, pobre y testarudo que renuncia a sus sueños, levantando el cuerpo y dejando el alma por los suelos. Pero lo peor de estos seres es que envuelven en sus rebaños a más hombres, a los que les destrozan la mente y quebrantan la esperanza, carcomen su cuerpo y se tragan sus sueños, para luego vomitarlos.
Jamás te des por vencido y cuando alguien te invite a darte por vencido, aléjate de esa persona, el mundo y todos los que vivimos somos soldados con un propósito heroico para el mundo. Al alejarte iras a formar parte de las tropas que lideran aquellos que están como tu buscando cumplir sus sueños.
Sin embargo más atrás también estarán los que renuncian, aquellos que con palabras no te harán caso, pero con tu ejemplo le devolverás la esperanza al alma, los devolverás a la vida.
Jamás te des por vencido, enséñale al mundo como sonreír, a los niños como vivir, a los hombres fuertes como amar, y de los ancianos aprende como es que se debe llegar.
Jamás te des por vencido, levanta vuelo, corre sin límites, y sueña con esmero, pero sobre todo haz de tus sueños huellas perennes que en el camino de un mañana, sean guías, sean luceros de luz para cada hombre y para cada sueño.
Jamás te des por vencido, porque el mundo mejora cuando tú mejoras, cambia cuando tu cambias, y ama cuando tu amas.
Por eso, jamás te des por vencido.

Diego Arias Zapata 
Sueña, Construye y Vive.