La Mitad que me faltaba
Había dedicado cada segundo en respirar amor, en soñar con la paz y el cambio del mundo. Era referente del amor, para muchos y un conquistador empedernido para encontrar las palabras exactas, para un excelso poema o una inspirada melodía.
Un día un hombre mayor que el viejo, reconocido y su más grande crítico, logra concretar una entrevista con él y con ello, pensaba ya en las preguntas que le plantearía.
Era tanto su coraje, que quería desenmascárarlo frente al mundo entero y todos sus seguidores, por la tan poca moral y experiencia que según el crítico, este escritor tenia para hablar del amor.
¿Cuál era su molestia, su aquejo?
Que este escritor, este poeta hablaba del amor, pero no se le conocía una musa, una doncella que inspire o sea el motivo de sus poemas desde ya hace mucho tiempo.
¿Cómo puede hablar de amor, si él no tiene alguien a quien amar? ¿Yo tengo esposa e hijos y no me rindan tantos homenajes como él? ¿Yo puedo saber más del amor, que él, esto es inaceptable?
Llego el día de la entrevista, todo estaba listo y todo el mundo estaba pendiente, de lo que se diría en ello, ya que el crítico era un hombre muy reconocido por disminuir cada poema escrito por este poeta. La controversia y la expectativa eran muy grandes.
Luego de un debate lleno de preguntas ya conocidas, el crítico decide preguntar como quien hunde un puñal, como una fiera atacando a su presa.
Sabemos que usted es un gran poeta, sobre todo muy seguido y leído.
¿Pero cómo es que usted puede hablar tanto del amor, si no conocemos una pareja actual? ¿No tiene esposa, hijos o por lo menos una enamorada o alguien a quien este conociendo? ¿Cómo puede hablar del amor, si usted no lo ha vivido o por lo menos no lo ha sentido?
El Poeta respiro con una paz, miro como quien siente lastima por un pobre hombre ciego de una información, y respondió con una dulzura.
Si efectivamente hoy no me encuentro acompañado de alguna persona, sin embargo durante muchos años he compartido mi vida con la que fue mi amada por muchos años, desde la educación temprana hasta las últimas clases de mi colegiatura. Luego, en mis primeros versos, inclusive llevaban su nombre como dedicatoria puesta en cada libro.
Por consecuencias, que ya no vienen al caso tuvo que adelantarse a un viaje, por el que vamos todos, desde entonces fui viudo por muchos años.
Digo por muchos años, porque ya no lo soy, la sigo amando es verdad, pero no por ello opte por quedarme destruido y llorándola cada noche, en la que me haga falta. Porque comprendí que esa era solo una opción, por lo tanto si es una opción existe otra manera de continuar.
Pero usted lo ha dicho es una decisión -Interrumpe el crítico.
¿Usted cómo puedes saber del amor, si has decidido estar solo? – Agrego el crítico.
Ese es el problema- Respondió el poeta.
Se nos ha hecho pensar durante años que necesitamos nuestra otra mitad para ser feliz.
Por lo que la gente, que piensa que para amar, se necesita de dos personas.
Cuando el amor es único, comienza por uno mismo, si no te amas a ti no puedes amar a otra persona. Por lo que no puedes valorar, respetar, ni tolerar otras maneras de pensar o actuar.
Es por ello, que el mundo vive escaso de tolerancia. Por consiguiente de paz.
El amor no viene a ti, cuando encuentras a tu mitad perfecta- Agrego el poeta.
El amor no viene, está siempre en ti, aquí y ahora, en cada momento de tu vida, solo necesitas descubrirlo y vivirás plenamente enamorado.
Enamorado de la vida, del mundo, y darás tanto amor, hasta convertirte en lo amado, aquella persona que llega a tu vida, no es más que otra persona amada, una compañera con la que compartir el amor que existe en tu alma.
El crítico, solo atino a no volver a preguntar y desde entonces concluyo con su lucha insaciable por perturbar a este poeta.
Diego Arias (R)
01/11/12